San Lorenzo
A sólo diez minutos de la capital salteña se erige esta villa veraniega que impacta por su variedad de flora y fauna, apta para largas caminatas, cabalgatas, paseos en bicicleta o excursiones en cuatriciclo; un goce paisajístico que alimenta los sentidos. Un espacio que propone al visitante un estado de calma y serenidad y una completa fusión con la naturaleza y las actividades al aire libre.
Son recomendables las excursiones por la Quebrada de Arteaga, Potrero Grande y la Quebrada de Humahuaca, esta última declarada reserva natural municipal, por lo que el caminante encontrará especies autóctonas intactas.
Su urbanización, que mezcla la arquitectura moderna con casonas antiguas, el arrullo de sus ríos de agua cristalina y su abundante vegetación harán lo inevitable para que su estadía se torne placentera.